Yo no quiero un Free Tibet. O sí, lo quiero, pero lo quiero "free" del Dalai Lama. Era realmente una parodia ver poco antes de los Juegos Olímpicos las manifestaciones a favor de un "Free Tibet" en Paris, cuna de lo que fue la separación del Estado con la Iglesia.
Como dice el comunicado de China: Las demandas del Dalai Lama ignoran las libertades política y religiosa que China da a los tibetanos y que aceptarlas podría causar enfrentamientos étnicos. Enarbolando la bandera de poner e marcha una autonomía regional de base étnica en suelo chino, insistiendo en demandas políticas para el llamado Gran Tíbet y para una autonomía de alto nivel, el Dalai Lama va totalmente en contra de los intereses fundamentales de los tibetanos. Es increible que occidente le preste atención a un hombre que en su tierra no representa a nadie, sólo porque hace lindos ejercicios de meditación que tanto éxito tuvieron en Hollywood (y en la CIA).
Como dice el comunicado de China: Las demandas del Dalai Lama ignoran las libertades política y religiosa que China da a los tibetanos y que aceptarlas podría causar enfrentamientos étnicos. Enarbolando la bandera de poner e marcha una autonomía regional de base étnica en suelo chino, insistiendo en demandas políticas para el llamado Gran Tíbet y para una autonomía de alto nivel, el Dalai Lama va totalmente en contra de los intereses fundamentales de los tibetanos. Es increible que occidente le preste atención a un hombre que en su tierra no representa a nadie, sólo porque hace lindos ejercicios de meditación que tanto éxito tuvieron en Hollywood (y en la CIA).
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